lunes, 21 de marzo de 2016

De San José al Domingo de Ramos en Santuario de Schoenstatt de Juana Díaz


E
ste pasado fin de semana, 19 y 20 de marzo, fue de gran intensidad en nuestro Santuario de Schoenstatt de Juana Díaz con la celebración de diversas actividades y la asistencia de miles de personas a este lugar de gracia. 
La jornada del 19 de marzo se inició a las 6:30 de la mañana con la acostumbrada reunión mensual de Los Madrugadores de María.
Al término del encuentro de Los Madrugadores de María comenzaron a llegar los centenares de peregrinos de la Caminata de la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico (PUCPR), edición número 21. Con el lema "Madre de Misericordia", los caminantes arribaron a los predios del santuario cerca de las 9:00 de la mañana. La Celebración Eucarística se inició a las 10:00 am con el Obispo Emérito de la Diócesis de Ponce, Mons. Félix Lázaro Martínez, el Padre Hilario José Gutiérrez Burgos, rector del Santuario y otros sacerdotes invitados.

En su homilía, Monseñor Lázaro Martínez resaltó la figura del silencioso San José, su fe, su amor a la Virgen María y a Jesús y su colaboración en el plan salvífico de Dios. Fue como recordar las palabras del Padre Kentenich al referirse a San José: "Debemos decir, por cierto, que si tenemos un profundo amor a María, deberíamos también servir como ella al Señor tal como lo desea el Padre celestial. Y con ello también a su imagen más perfecta que es san José. Al conocer más de cerca el sentido y la relación interna de este conjunto, deberíamos esforzarnos hoy no sólo por crecer en un profundo amor en general, sino también por crecer más intensamente en un profundo amor a María. Si la Santísima Virgen profesó un amor tan grande por san José, entonces no puede serle indiferente cómo lo tratemos. También resuena en nuestros oídos el suave reproche que ella le dirigió a su Hijo: "Hijo, ¿por qué nos hiciste esto?". Oímos este reproche cuando no le damos el lugar debido a san José en nuestra Familia. La Madre de Dios nos llama también a nosotros: "Hijo, ¿por qué nos hiciste eso? San José y yo buscamos tu amor afanosamente".
También san José merece nuestra respuesta de amor. La Santísima Virgen experimenta una enorme alegría cuando puede confiarle en forma directa todas las necesidades económicas de nuestra Familia. Hasta ahora, él nos ha ayudado muy generosamente. Por gratitud deberíamos, entonces, quererlo de corazón.
Sentimos que hay en nuestros corazones cierta resonancia y rico equilibrio en nuestro amor. El corazón puede trabajar más ricamente en todas las direcciones y estar, a la vez, más en casa en el regazo de la Santísima Trinidad. Y ¿qué debemos hacer nosotros en tal sentido?...Por de pronto, deberíamos apreciar más sus imágenes y estatuas. "Jesús, María y José: ¡el corazón y el alma mía les daré!". Deberíamos introducir cada vez más a san José en el círculo de amor de nuestra Familia."

L
os eventos del día continuaron desde la 1 de la tarde en el Santuario con el Encuentro con la Mater Peregrina. Decenas de devotos de la Madre Tres Veces Admirable convergieron en un acto de amor a la Madre del Salvador.
¡Oh Madre Admirable, Madre Peregrina!
Es tu visita la que me ilumina, pues traes contigo a tu hijo Jesús
que es vida, camino, verdad y luz! 


Ya en horas nocturnas, el Padre Hilario presidió la Santa Misa en la explanada del monte en donde un grupo de familias acogió la protección y cuidado de las cruces del Vía Crucis y el Vía Lucis o Camino de Luz. Allí, al término de la Celebración Eucarística, el sacerdote schonstattiano consagró el hermoso lugar a San José al tiempo que pidió a los asistentes que ayuden en el sostenimiento material del santuario.
La solemnidad del Domingo de Ramos, el día 20, fue iniciada también en la planicie consagrada a San José. Allí fue la bendición de las palmas como señal de la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén y el inicio de la Semana Santa con la celebración de la Eucaristía al pie del Santuario. 


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