miércoles, 15 de abril de 2015

El Papa convocó oficialmente al Jubileo de la Misericordia: Tiempo favorable para curar heridas

El papa Francisco convocó, el domingo, de manera oficial al Jubileo Extraordinario de la Misericordia con la lectura de la Bula "Misericordiae Vultus" (El Rostro de la Misericordia).
La bula del Jubileo, -además de indicar la duración, las fechas de apertura y cierre, y las modalidades de desarrollo- constituye el documento fundamental para conocer el espíritu con el que ha sido convocado, las intenciones y los frutos esperados por el Pontífice.
Para la proclamación, el Santo Padre estuvo acompañado por los cardenales en la entrada de la Basílica Vaticana. Al lado de la Puerta Santa o también llamada Puerta del Jubileo, entregó la Bula de convocación a los cuatro cardenales arciprestes de las Basílicas Papales de Roma: el Cardenal Angelo Comastri, Arcipreste de la Basílica de San Pedro en el Vaticano; el Cardenal Agostino Vallini, Arcipreste de la Basílica de San Juan de Letrán; el Cardenal James Michael Harvey, Arcipreste de la Basílica de San Pablo Extramuros y el Cardenal Santos Abril y Castelló, Arcipreste de la Basílica de Santa María la Mayor.
Para expresar el deseo de que el Jubileo extraordinario de la Misericordia sea celebrado en Roma y en todo el mundo, el Papa entregó una copia de la Bula –para hacerla llegar simbólicamente a todos los obispos– al Prefecto de la Congregación para los Obispos, el Cardenal Marc Ouellet; al Prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, el Cardenal Fernando Filoni y al Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, el Cardenal Leonardo Sandri.
También, en nombre de todo el Oriente recibió una copia del documento el Arzobispo Savio Hon Tai-Fai, nacido en Hong Kong y Secretario de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos.
África estuvo representada por el Arzobispo Bartolomé Adoukonou, originario de Benin y Secretario del Consejo Pontificio para la Cultura.
Para las Iglesias Orientales, el Santo Padre entregó la Bula a Mons. Khaled Ayad Bishay, de la Iglesia Patriarcal de Alejandría de los Coptos.
El Regente de la Casa Pontificia, Mons. Leonardo Sapienza, en calidad de Protonotario Apostólico, leyó en presencia del Papa algunos extractos del documento oficial de convocatoria del Año Santo Extraordinario. La lectura se efectuó con la emoción contenida de muchos fieles que escucharon en silencio allí mismo su lectura.
Una vez finalizado este intenso momento, Francisco entró en procesión hasta el interior de la Basílica para presidir la celebración de las Primeras Víctimas del segundo Domingo de Pascua. Tras el rezo cantado de los tres salmos, el Pontífice pronunció una breve homilía en la que recordó a los cristianos perseguidos por su fe, así como el motivo por el que convoca el Jubileo de la Misericordia. La ceremonia concluyó con el canto del Magnificat. (Fuente: Schoenstatt.org)

A caminar con la Mater Peregrina

El Comité Timón de la Mater Peregrina de Schoenstatt en la Diócesis de Ponce invita a caminar por la unión familiar, por la paz en Puerto Rico y el mundo, por más vocaciones sacerdotales y religiosas, así por la situación económica de nuestra isla.

Esta peregrinación está programada para este sábado, 18 de abril, a las 5 de la tarde, desde la cancha bajo techo del barrio Jacaguas hasta el Santuario de la Inmaculada Madre del Redentor, en el sector Ollas Ondas, de Juana Díaz.

El registro de participantes comenzará a las 3:30 de la tarde. Inscríbete o apadrina un caminante con una aportación monetaria que ayudará en la Campaña del Rosario de la Mater Peregrina.
El peregrinaje culminará con la Eucaristía y la celebración de la Alianza de Amor.

(Joao Pozobon caminando con la Mater Peregrina)
El evento a pie es en recordación del primer misionero que caminó 140 mil kilómetros llevando la imagen de la Mater Peregrina, Don Joao Pozobon.

¡Oh Madre Admirable, Madre Peregrina!
Es tu visita la que me ilumina, pues traes contigo a tu hijo Jesús
que es vida, camino, verdad y luz.
Les animamos a caminar junto a la Mater.

martes, 14 de abril de 2015

La Persona Pascual: Respuesta para nuestros tiempos

Primera Parte
(Basada en escritos del Padre Jose Kentenich y
la Carta Enciclica Lumen Fidei) 
 
Por Hermana Nancy Arroyo
 
El tiempo pascual comprende cincuenta días (en griego = "pentecostés") vividos y celebrados como un solo día: "Los cincuenta días que median entre el domingo de la Resurrección hasta el domingo de Pentecostés se han de celebrar con alegría y júbilo, como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo" (Normas Universales del Año Litúrgico, n 22). Es un tiempo que debemos vivirlo como hombres y mujeres pascuales. El Padre José Kentenich, Fundador del Movimiento de Schoenstatt, nos hablaba de la persona pascual, aquel que vive de la alegría y el misterio de la pascua todos los días    de su vida. Exhortaba a su familia que se matriculara  en "la escuela de la querida Madre de Dios para que ella nos enseñe el ideal de la persona pascual en todas las dimensiones, realizado visiblemente en la imagen de ella misma.
 
"¿Cómo se puede "celebrar con alegría y júbilo la Pascua como si se tratara de un solo y único día festivo, como un gran domingo"? La Misa diaria nos da esa oportunidad. El Padre Kentenich explicaba   "¿qué es lo más esencial de la Santa Misa? El sacrificio de la crucifixión se hace presente; ¡pero no solamente se hace presente el Viernes Santo, sino también el Domingo de la Resurrección! Ya en el Bautismo empezamos nuestra participación en la vida, muerte y transfiguración del Salvador. En la Santa Misa, esta participación se debe renovar infinitamente, preferiblemente todos los días, se debe profundizar, se debe completar."
 
Anhelamos sentir que a pesar de todos los vaivenes, de las altas y bajas, nuestra vida tiene sentido. El sentido de nuestra vida cristiana consiste "en la realización de nuestra participación de la vida sufriente y también de la vida transfigurada del Salvador; consiste en la realización de esta participación en todas las situaciones de nuestras vidas." PJK
 
En cuaresma acentuamos la vida sufriente de nuestro Salvador y ahora en el tiempo de Pascua en la "¡participación de manera sobresaliente y acentuada de la vida transfigurada del Salvador!... ¿Qué significa eso, cómo se debe ver la transfiguración? El Padre Kentenich explica:  Las cualidades del cuerpo transfigurado del Salvador deben y tienen que llegar a ser cada día más las cualidades del alma transfigurada. ¿Cuáles son esas cualidades del alma transfigurada? ¿de la persona pascual?
 
1- Apertura ante el Padre Dios
2- Disponibilidad ante el Padre Dios,
3- Felicidad, alegría constante ante el Padre Dios,
4- Fidelidad constante al Padre Dios. 
 
  1. La persona pascual debe vivir en una apertura constante ante el Padre. 
En la Carta Encíclica Lumen Fidei (LF): Benedicto XVI explicó:
La salvación comienza con la apertura… a un don…que afirma la vida y protege la existencia. Sólo abriéndonos a este don  y reconociéndolo, es posible ser transformados, dejando que la salvación obre en nosotros y haga fecunda la vida, la llena de buenos frutos.
(¿Que quiere decir esto?) Que la salva­ción es don de Dios, como bien resume san Pablo: « En efecto, por gracia estáis salvados, mediante la fe. Y esto no viene de vosotros: es don de Dios »(Ef 2,8s).
 
Agradecemos por ese don y creemos en ese don de la salvación. Pero debemos estar abiertos que ese don de salvación así como "la fe no es únicamente una opción individual que se hace en la intimidad del que cree, no es una relación exclusiva entre el « yo » del fiel y el « Tú » divino… Por su misma naturaleza, se tiene que abrir al « nosotros », se da siempre dentro de la comunión de la Iglesia." LF
 
"Esta apertura al « nosotros » eclesial refleja la apertura propia del amor de Dios. La Sma Trinidad no es sólo relación entre el Padre y el Hijo, entre el « yo » y el « tú », sino que en el Espíritu, es también un « nosotros », una comunión de personas.
 
Quien recibe la fe descubre que las dimensiones de su « yo » se ensanchan, y entabla nuevas relaciones que enriquecen la vida." LF
 
  1. La persona pascual vive también en una disponibilidad constante ante el Padre. 
En la Carta Encíclica Lumen Fidei: Benedicto XVI explicó:
La fe consiste en la disponibilidad para dejarse transformar una y otra vez por la llamada de Dios. He aquí la paradoja: en el continuo volverse al Señor, el hombre encuentra un camino seguro, que lo libera de la dispersión a que le someten los ídolos.
 
Esta disponibilidad "…requiere renunciar a la posesión inmediata que podría  ofrecer" certeza, es renunciar a lo instantáneo, es renunciar a el ver para creer… Disponibilidad "es una invitación a abrirse a la fuente de la luz," que es la misma fe en el Padre Dios, "… respetando el misterio propio de un Rostro, (de Padre) que quiere revelarse personalmente y en el momen­to oportuno." (Continuará)

Schoenstatt: Familia que junto a María construye un mundo conforme al querer de Dios

Queridísimos hermanos y hermanas, tras finalizar el período cuaresmal queremos dar muchas gracias a Dios y a la Mater por todos los acontecimiento hermosos que hemos vividos.  Las celebraciones han sido muchas y hermosas, todos estamos más que agradecido de los favores recibidos. 
(P Hilario José Gutiérrez se dirige a la Familia y peregrinos)

En el presente mes de abril seguimos reflexionando sobre los elementos esenciales que va presentando el Santo Padre y el aporte que nosotros estamos llamados a ofrecer.

Todos los estamentos de la Iglesia, y otros muchos de fuera de ella, creyentes o no, han recibido las palabras claras y esperanzadoras, a la vez que motivadoras del Papa Francisco, para asumir la responsabilidad que todos tenemos de construir un mundo de acuerdo al querer de Dios, en la fuerza del Espíritu y por la senda de Cristo. Cardenales y obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, novicios y seminaristas, familias, jóvenes y ancianos, comunidades e instituciones hemos  recibido esta propuesta de salir "a la calle", a llevar no una esperanza utópica, sino en hechos concretos, en proyectos evangelizadores de vida al hombre, el cual debe comprender todo su ser, lo mismo que su hacer.

Nos indica el Santo Padre el Papa: Es un proyecto a realizar por todo cristiano,  este donde esté, y si es en la "periferia", allí mismo, con todos los riesgos y peligros que conlleva. Prefiero una iglesia accidentada porque sale a servir, que enferma por ensimismamiento, nos repite constantemente su Santidad.

Sin duda, que siendo nosotros una Familia Mariana, también estas palabras van dirigidas a  cada uno de nosotros. ¡Cómo se alegraría el Padre Fundador con este impulso misionero que se nos regala desde el corazón mismo de la comunidad cristiana.

                                                                                       Padre Hilario José Gutiérrez Burgos
                                                                                                             Rector