viernes, 5 de diciembre de 2014

Nuestro Santuario: 26 años de entrega y rica experiencia


El 8 de diciembre es una fecha muy significativa para el mundo cristiano: la Inmaculada Concepción de María.

Así, para los schonstattianos también es día de significativa recordación del momento en que en esta fecha del 1988 se bendijo el Santuario de la Madre Tres Veces Admirable en el barrio Jacaguas de Juana Díaz.

Han sido 26 años de entrega, 26 años de rica experiencia en la cual la Santísima Virgen María ha realizado el proyecto que en 1914 el Padre José Kentenich vislumbró para la iglesia y para nuestra época.

Sabemos que la Santísima Virgen es virgen antes, durante y después del parto. Es lo que la Iglesia define como dogma.

Para nosotros en nuestro Santuario se constituye en tremendo privilegio saber que lo mismo que sucedió allá en Alemania, el 18 de octubre de 1914, ocurre aquí a partir del 8 de diciembre de 1988.  La experiencia que inició con el Padre Kentenich, fundador de nuestra Familia, continúa realizándose a partir del momento de la bendición de nuestro Santuario de Juana Díaz.

Nuestra Madre María en nuestro Santuario tiene tres grandes gracias. Primero: Ella nos cobija con su manto maternal; segundo: quiere hacer fecunda la vida apostólica de cada uno de los apóstoles de su Hijo; y tercero: Ella quiere que participemos de lo que es la transformación interior.

El Padre Kentenich insistió mucho en que "necesitamos un hombre nuevo para la nueva comunidad". Por eso, que Ella interceda para nuestra renovación espiritual y así poder ser instrumentos de renovación para nuestra sociedad.

El Santuario es lugar de renovación constante. Cada día 18 de mes, nos encontramos aquí para renovar la Alianza de Amor con la Mater y ella con nosotros. Nuestra Familia de Schoenstatt acoge a los peregrinos que día a día acuden a los brazos de Nuestra Madre aquí en el Santuario y aportan al Capital de Gracia.

Subrayamos nuestras gracias a Dios, a la Santísima Virgen María, a este pueblo de Puerto Rico por haber acogido a una persona tan excepcional como lo ha sido el Padre Guillermo Ester, que junto a otros instrumentos en manos de la Virgen, sembró la semilla de esperanza en este lugar y a quien hoy tenemos muy presente. Hoy pedimos la salud para él. Desde Alemania sabemos que su espíritu está con nosotros y queremos valorar el amor que ha profesado por el pueblo puertorriqueño.

                                                       P. Hilario José Gutiérrez Burgos
                                                                        Rector


1 comentario:

  1. Gracias amigo y hermano Agustin, Dios pague su generosidad y la Mater proteja su vida y la vida de toda su familia

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