Queridísimos hermanos y hermanas, tras finalizar el período cuaresmal queremos dar muchas gracias a Dios y a la Mater por todos los acontecimiento hermosos que hemos vividos. Las celebraciones han sido muchas y hermosas, todos estamos más que agradecido de los favores recibidos.
(P Hilario José Gutiérrez se dirige a la Familia y peregrinos) |
En el presente mes de abril seguimos reflexionando sobre los elementos esenciales que va presentando el Santo Padre y el aporte que nosotros estamos llamados a ofrecer.
Todos los estamentos de la Iglesia, y otros muchos de fuera de ella, creyentes o no, han recibido las palabras claras y esperanzadoras, a la vez que motivadoras del Papa Francisco, para asumir la responsabilidad que todos tenemos de construir un mundo de acuerdo al querer de Dios, en la fuerza del Espíritu y por la senda de Cristo. Cardenales y obispos, sacerdotes, religiosos y religiosas, novicios y seminaristas, familias, jóvenes y ancianos, comunidades e instituciones hemos recibido esta propuesta de salir "a la calle", a llevar no una esperanza utópica, sino en hechos concretos, en proyectos evangelizadores de vida al hombre, el cual debe comprender todo su ser, lo mismo que su hacer.
Nos indica el Santo Padre el Papa: Es un proyecto a realizar por todo cristiano, este donde esté, y si es en la "periferia", allí mismo, con todos los riesgos y peligros que conlleva. Prefiero una iglesia accidentada porque sale a servir, que enferma por ensimismamiento, nos repite constantemente su Santidad.
Sin duda, que siendo nosotros una Familia Mariana, también estas palabras van dirigidas a cada uno de nosotros. ¡Cómo se alegraría el Padre Fundador con este impulso misionero que se nos regala desde el corazón mismo de la comunidad cristiana.
Rector
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