Por Maria Fischer
El sábado 27 de junio fue el aniversario de fallecimiento número 30 de Don Joao Pozzobon, incansable misionero de la Mater e iniciador de la Campaña del Rosario. Fue invitado a participar en las celebraciones del centenario del Padre Kentenich, en septiembre de 1985, en Schoenstatt y en Roma. Pero pocos meses antes, aquel 27 de junio de 1985, falleció, atropellado por un camión en su peregrinación hacia el Santuario.
Falleció en presencia de la Peregrina Original (en vísperas del jubileo de los 100 años de la alianza de amor, también atropellada por un camión, como para hacerse "iglesia accidentada") y acompañado por el P. Esteban Unburu, que poco antes había comenzado la internacionalización de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina.
"Dios nos regaló en la persona de don João un hombre sencillo, filial, solidario con los más necesitados, un apóstol heroico de María, un modelo de santo schoenstattiano. María lo fue formando en su Santuario con un profundo espíritu de filialidad heroica que traslucía en todo su ser.
Fue un hombre de oración extraordinario, de honda vida contemplativa, marcada por su tierno amor a su Madre y Reina y por una notable devoción eucarística y trinitaria. Al mismo tiempo fue esposo y padre de familia ejemplar, un hombre de trabajo, justo y honesto. Nunca descuidó sus obligaciones familiares ni laborales por un intenso apostolado.
Su íntima Alianza de Amor con María plasmó en él un modelo de santidad en la vida diaria. La persona de don João es un ejemplo con rasgos marcadamente particulares de la encarnación de los ideales de Schoenstatt y es para la misma Campaña un modelo de lo que Ella quiere lograr y seguro y garantía de fidelidad a las fuerzas originales de las cuales ha surgido." (Documento Santa Maria 1989). (Schoenstatt.org)
Falleció en presencia de la Peregrina Original (en vísperas del jubileo de los 100 años de la alianza de amor, también atropellada por un camión, como para hacerse "iglesia accidentada") y acompañado por el P. Esteban Unburu, que poco antes había comenzado la internacionalización de la Campaña del Rosario de la Virgen Peregrina.
"Dios nos regaló en la persona de don João un hombre sencillo, filial, solidario con los más necesitados, un apóstol heroico de María, un modelo de santo schoenstattiano. María lo fue formando en su Santuario con un profundo espíritu de filialidad heroica que traslucía en todo su ser.
Fue un hombre de oración extraordinario, de honda vida contemplativa, marcada por su tierno amor a su Madre y Reina y por una notable devoción eucarística y trinitaria. Al mismo tiempo fue esposo y padre de familia ejemplar, un hombre de trabajo, justo y honesto. Nunca descuidó sus obligaciones familiares ni laborales por un intenso apostolado.
Su íntima Alianza de Amor con María plasmó en él un modelo de santidad en la vida diaria. La persona de don João es un ejemplo con rasgos marcadamente particulares de la encarnación de los ideales de Schoenstatt y es para la misma Campaña un modelo de lo que Ella quiere lograr y seguro y garantía de fidelidad a las fuerzas originales de las cuales ha surgido." (Documento Santa Maria 1989). (Schoenstatt.org)
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