Nos visitó el Obispo
Con el
corazón lleno de alegría, nuestra Familia de Schoenstatt acogió en este lugar
de gracias al Señor Obispo Rubén Antonio González Medina, MCF. Ha sido un domingo de grandes bendiciones
para los miembros de la Familia y todos los peregrinos.
Ya el
sábado por la tarde se nos dio una señal del Cielo, a las tres de la tarde,
hora de la Misericordia, se dejó ver en todo su esplendor un gran
arcoíris. Viene a ser la confirmación de
la mirada amorosa de Dios y de la protección amorosa de la Madre Tres veces
Admirable Reina y Vencedora de Schoenstatt.
Con la
energía contagiosa que caracteriza a nuestro Padre Obispo, la celebración de la
Eucarística nos renovó todos en la alegría, la fe y el amor. En la
homilía nos invitó a reflexionar sobre los regalos que recibimos de Cristo: -Libertad, -Salvación, -Esperanza, - Amor. En torno a ellos nos enseñó, nos invitó a
rezar y, por supuesto, todos cantamos.
A la
Familia de Schoenstatt nos invito a renovar constantemente nuestro amor a Dios
a la Virgen y a los hermanos.
La lluvia
nos acompañó durante la celebración, por lo cual participamos más unidos que de
costumbre, otro gesto de la grande benevolencia de Dios para con nosotros sus
hijos.
Concluida
la celebración, nuestro Padre y Pastor permaneció cerca de dos horas más con
nosotros para compartir lo que con tanta generosidad muchos aportaron.
Agradecer
es propio de todo aquel que sabe recibir con amor, ha dicho el gran sabio. Queremos agradecer de todo corazón a Dios por
su amor, a la Virgen por su protección e intercesión, al Obispo por su ser de Pastor,
al equipo de trabajo por sus grandes esfuerzos, a los que aportaron por su
generosidad y a todos por sus oraciones.
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