Por LÓsservatore Romano
En muchas partes del mundo continúa la masacre de cristianos. Siguen las detenciones, las torturas, los asesinatos de las formas más crueles, como la decapitación, la crucifixión, la lapidación. Se repiten los incendios de escuelas y lugares de culto, el ultraje y la destrucción de iconos, de objetos sagrados y de antiguos manuscritos.
En muchas partes del mundo continúa la masacre de cristianos. Siguen las detenciones, las torturas, los asesinatos de las formas más crueles, como la decapitación, la crucifixión, la lapidación. Se repiten los incendios de escuelas y lugares de culto, el ultraje y la destrucción de iconos, de objetos sagrados y de antiguos manuscritos.
No cesan las angustias y los peligros, las huidas de personas inocentes, obligadas a abandonar sus casas y los recuerdos más queridos, para afrontar la fatiga de éxodos sin fin, terribles para todos, y sobre todo para los ancianos, los pequeños, los enfermos, las mujeres embarazadas.
En sintonía con los repetidos pronunciamientos del Papa Francisco en defensa de la libertad religiosa, el episcopado italiano, como ya es público, decidió proponer a todas las comunidades dedicar la vigilia de Pentecostés, la noche del 23 de mayo, a los mártires contemporáneos.
«Esta situación nos interroga profundamente y debe impulsarnos a unirnos, en Italia y en el mundo, en un gran gesto de oración a Dios y de cercanía a estos hermanos y hermanas nuestros. Imploremos al Señor, inclinémonos ante el martirio de personas inocentes, rompamos el muro de la indiferencia y del cinismo, lejos de toda instrumentalización ideológica o confesional», se lee en la invitación. La iniciativa se propone también reforzar la atención al grito de dolor que se eleva desde numerosos países.
Según la décima segunda edición del Informe sobre la libertad religiosa en el mundo realizado por «Ayuda a la Iglesia necesitada», los cristianos se confirman una vez más el grupo religioso mayormente perseguido. En el período entre octubre de 2012 y junio de 2014, sobre 196 naciones analizadas, en 116 se constata un preocupante desprecio por la libertad religiosa. En el "Focus" anexo al Informe, las naciones se subdividen en cuatro grupos, según el grado de violación de la libertad religiosa (elevado, medio, preocupante, leve).
Son veinte los países con un nivel elevado de violaciones. Entre estos, en catorce Estados la persecución está vinculada al extremismo islámico. En las restantes seis naciones depende de la acción de los regímenes autoritarios.
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