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| (Por William Rosaly) |

Este Memorial representaría un signo visible para todo visitante de que se encuentra en suelo Mariano, en Tierra Santa. Educar a todos entendiendo que el ambiente de santidad y solemnidad iniciaba desde el acceso de entrada y no únicamente cuando estamos en la capilla del Santuario.
Queremos darles las herramientas a todos nuestros visitantes, ya sea que frecuenten en auto o a pie, para que comprendan el lugar donde se encuentran. La hermosa imagen de la Mater nos ayude a iniciar esta experiencia de santuario en ellos y en nosotros.
La Divina Providencia se encargó de indicarnos su nombre: "Memorial del Encuentro", El interés generado involucro inicialmente a los Madrugadores de María, luego a miembros de la Obra Familiar y posteriormente a Peregrinos y hoy en esta tarde (viernes 8 de mayo 2015) nos congrega en este encuentro, para bendecir esta obra de amor.
Al observar la imagen de la Mater indudablemente verán en Sus ojos la expresión de agradecimiento y sentirán el llamado a acercarnos y a llevar a otros a vivir la experiencia de Su amor.
Al observar la imagen de la Mater indudablemente verán en Sus ojos la expresión de agradecimiento y sentirán el llamado a acercarnos y a llevar a otros a vivir la experiencia de Su amor.
Desde su construcción Ella ha cautivado corazones; de todos los que trabajaron en la construcción y de muchos que hicieron posible este tan hermoso memorial. Quisiera explicarles sus rasgos: una cruz se erige en lo más alto, recordándonos que el camino de salvación es a través de Cristo.
En el centro un inmenso cuadro de la Mater, que nos hace entender que el camino más cercano a Jesús es a través de Ella.Una luz que alterna tonalidades de colores que simboliza la diversidad de gracias que brotan de María. Dos frases, una de bienvenida "Nada sin Ti, Nada sin nosotros", y otra de despedida, "La Mater tomara perfecto cuidado", que nos despide con esta tranquilidad de que no importa el tipo de sufrimiento y dificultad, ella se encargara. Finalmente un jardín que simula el manto de María que cubre a sus hijos y que nos reafirma que "Un hijo de María nunca perecerá".

